Vista de microscópica de un prión |
Hoy hablamos de priones. Según la definición estándar, “Un prion o prión es una partícula infecciosa formada por una proteína denominada priónica, que produce enfermedades neurológicas degenerativas transmisibles tales como la tembladera, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y la encefalopatía espongiforme bovina.”
“A diferencia del resto de los agentes infecciosos (virus, bacterias, hongos etc...), que contienen ácidos nucleídos (ya sea ADN, el ARN, o ambos), un prion solamente está compuesto por aminoácidos y no presenta material genético.”
¿Pero qué quiere decir que no presenta material genético y que tan sólo está compuesto por aminoácidos? Simplemente que no tiene vida. Una partícula muerta capaz de propagarse a través de nuestro organismo de manera fulminante. Y lo peor de todo, provocar una muerte horrible sin que nadie ni nada pueda remediarlo. Y es que…una cosa que no está viva, no se puede destruir con ningún tipo de vacuna ni medicación.
¿Pero cómo se transmiten y por qué? Los priones se propagan mediante la transmisión de proteínas anómalas con mal plegamiento de tal forma que cuando un prion entra en un organismo sano, actúa sobre la forma normal del mismo tipo de proteína existente, modificándola y convirtiéndola a su vez en otro prion, los cuales pueden pasar a convertir mas proteínas provocando una reacción en cadena fatal.
¿Recuerdan a los zombies? No es de extrañar que muchos escritores y directores de cine se hayan inspirado de alguna forma en esta partícula maligna.
Pero, ¿por qué? ¿Por qué surgen estos elementos? ¿Por qué han llegado a infestar tanto a animales, microorganismos e incluso a personas? ¿Y más aún, por qué la muerte se produce de una forma tan fulminante, de una forma tan rápida y dejando una horrible horda de síntomas hasta hacer a las personas y animales casi enloquecer?
-En primer lugar hay que destacar el factor hereditario aunque sólo represente el 10 o 15 por ciento de las infecciones. Aunque resulte extraño, en España tenemos un núcleo importante de familias sobre todo en el País Vasco que han padecido y padecen algún tipo de enfermedad priónica, que puede ser debido a relaciones endogámicas dentro de la genealogía familiar.
-En segundo lugar, digamos que un 1 por ciento se concentra o mejor dicho, concentraba en prácticas médicas tales como transfusiones de sangre o injertos de piel y trasplantes de órganos, aunque hoy en día es mucho menos probable esta vía gracias a los avances médicos y tecnológicos.
-Y por último y en tercer lugar esta está la transmitida. Es decir, el prión que se adquiere inmediatamente y que está relacionada con prácticas caníbales. Luego Irene nos hablará de una enfermedad relacionada directamente con esto. Suena muy raro, muy lejano, de hecho procede de tribus indígenas y extraños ritos, pero les advierto que la delgada línea entre esta práctica casi ancestral y la realidad, es mucho más fina de lo que se imaginan
¿Alguien recuerda el escándalo de las vacas locas o de la gripe aviar? Y es que nada se dice sobre el uso de piensos animales que se producen cada día de una forma más que dudosa. Sin duda es un tema en el que las autoridades y medios no han querido profundizar demasiado. Algunos dicen que por no crear alarma social. Otros que porque no existe tal peligro y que ya están más que superadas este tipo de epidemias referidas al consumo de carne animal.
Pero les voy a hablar ahora de una noticia que salió el año pasado y que no tuvo un alcance mediático como se merecía. Tan sólo apareció recogida en algunas ediciones digitales regionales. Esta concretamente es de El Mundo Castilla y León y dice así: “Piensos con carne de perro y oveja para alimentar animales de consumo humano”
A priori a nadie le parece esto extraño ya. Muchos sabemos que la mayoría del pienso que proporcionamos incluso a nuestros perros están confeccionados con carne de otros animales. Pero seguro que no se nos ocurriría pensar que esta procediese de otros animales que estuviesen enfermos, o que el pienso en cuestión pudiese estar hecho de la carne de otro perro.
Y mucho menos pensaríamos que esta práctica se pudiese realizar a conciencia, adrede por unos… la verdad, no sé como referirme a este tipo de personas, que por querer enriquecerse estarían dispuestos a saltarse la normativa sanitaria y crear una reacción en cadena como antes hemos descrito. Otra terrible epidemia. ¿Desconocimiento? ¿Avaricia? ¿Maldad humana?